Cinco lecciones de las elecciones en Madrid
Los resultados de las elecciones en la Comunidad de Madrid celebradas el 4 de mayo son los siguientes (con un escrutinio del 95,6%): el Partido Popular gana holgadamente las elecciones (44,57% de los votos) y suma una mayoría absoluta con VOX (9,11%); el PSOE sufre un revés histórico (16,98%) y es superado y humillado por el casi recién nacido Más Madrid (16,99%). Podemos, por su parte, se acerca a la irrelevancia (7,25%). El PP supera en votos a los tres partidos de la Izquierda (44,5%-41%).
Aquí van cinco lecciones a sacar de estos resultados:
- Los madrileños valoran el modelo liberal de Madrid. Madrid ha desarrollado un modelo político propio en España desde hace 26 años (el tiempo que lleva gobernando el Partido Popular). Este modelo tiene unas características muy claras: impuestos bajos, promoción de la libertad individual, economía abierta, facilidades para los emprendedores, gasto público orientado a modernizar las infraestructuras públicas… La pandemia del COVID-19 puso a prueba este modelo. Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña, decidió afrontar la pandemia incidiendo en el “modelo Madrid”. Lideró las primeras medidas contra la pandemia cuando el Gobierno central ignoraba el problema, invirtió en nuevas infraestructuras sanitarias, mantuvo la economía abierta, no subió impuestos y consiguió, incluso, un déficit cero en 2020. La victoria de Ayuso es la victoria del modelo liberal de Madrid.
- El PSOE se despeña. Cuesta creer que el PSOE gobierne en España a la vista de sus resultados en Madrid. El PP más que dobla el resultado del PSOE y Más Madrid le supera en votos. El Gobierno de Pedro Sánchez sale muy debilitado de esta contienda. El candidato del PSOE en Madrid fue burdamente teledirigido desde el Gobierno nacional, por lo que su fracaso también es el de Sánchez. Este es el mayor golpe que sufre Sánchez desde que alcanzó la presidencia en 2018. Sería un momento poco propicio para que convocase unas elecciones generales adelantadas; las convocaría desde la debilidad y no desde la fuerza.
- Ciudadanos desaparece y la derecha española se unifica. Durante los últimos años, el voto de centroderecha en España ha estado dividido entre tres partidos: PP, Ciudadanos y Vox. Ciudadanos, sin embargo, ha pasado de 26 escaños a 0 en estas elecciones. Ha desaparecido, literalmente. VOX, el otro partido de la derecha, se queda en 13 escaños, muy lejos del PP. Se ha dado un paso importante para superar la fragmentación de la derecha española. El acercamiento de Ciudadanos al PSOE ha supuesto que pase a ser una opción política moribunda y, gracias a ello, el voto de la derecha sale más unido de estas elecciones.
- Podemos está en caída libre. Podemos, el partido de extrema izquierda, nació en Madrid en 2014. Tuvo un crecimiento fulgurante hasta que en 2017-2018 pareció que podría, incluso, superar al Partido Socialista. Ese tiempo ya pasó. La retórica guerracivilista y de lucha de clases de Podemos ha empezado a cansar a unos españoles preocupados por sacar sus vidas adelante en tiempos tan difíciles como los de la pandemia. A ello se suma la absoluta falta de credibilidad del líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuyos actos han traicionado sistemáticamente sus palabras. Iglesias se presentó a las elecciones exigiendo el apoyo de Más Madrid; Más Madrid lo rechazó y lo ha más que doblado en votos. Iglesias pensaba que era la solución al declive de Podemos y resulta que era su causa directa. La dimisión y abandono de la política la misma noche electoral del hasta hace unas semanas Vicepresidente del Gobierno de España no ha sorprendido a nadie; en Madrid nació y en Madrid murió políticamente Pablo Iglesias.
- Credibilidad por encima de “moderación.” La aplastante victoria del PP en Madrid desmiente a quienes defienden que las elecciones se ganan siempre desde el centro o con moderación o con una baja participación (la participación, del 80,73%, ha sido histórica). Ayuso, avalada por una buena gestión, ha ganado con un discurso ideológico de confrontación con la Izquierda. No ha ganado sólo por su discurso ideológico (la gestión, insisto, era buena), pero este discurso no le ha impedido ganar. Ayuso se ha beneficiado, ante todo, de un activo clave: la credibilidad. Tiene una figura política bien definida, con un discurso coherente y un carácter firme. Los electores han valorado su firmeza y han confiado en su palabra. La credibilidad es un valor muy superior a la moderación.